Todos disfrutamos la música, pero muchas veces no nos planteamos cómo se reparan y cómo se construyen los instrumentos.
Visitamos el taller de Frasco Rivero, un experimentado luthier que día a día se dedica a la creación y reparación de instrumentos.
Los secretos del luthier Frasco Rivero
La palabra luthier tiene un sentido genérico desde el siglo XIX en numerosas lenguas. Este término designa al artesano dedicado a la construcción y reparación de instrumentos. En castellano el nombre equivalente era el de violero, una palabra que cayó en desuso. La realidad es que este viejo oficio ha conseguido adaptarse a los tiempos, algo que Frasco Rivero sabe a la perfección, ya que cada día se dedica a la creación y la reparación de instrumentos.
«En mi pueblo donde, la tienda de música era una juguetería que nos vendía las cuerdas y había poca cultura del instrumento musical. Entonces en ese entorno yo era el chaval que le reparaba los instrumentos a mis amigos. Y con el tiempo eso se convierte en una máxima en mi vida. Me dedicaba a otras cosas, me busqué mi vida con otros trabajos y con otras profesiones y llegó un día que descubro la Escuela Malagueña de Luthería, a cargo de José Ángel Chacón», así describe Frasco Rivero sus inicios en este mundo.
Durante estos años, este artesano también ha buscado divulgar sus conocimientos a través de las redes sociales. Tanto es así que, cada semana retransmite en directo por Twitch y tiene un canal de YouTube con más de 60.000 suscriptores.
«Desde el primer día que enchufo las cámaras, ya había gente mirando, y veo que hay un interés por este mundo que viene a cubrir mis expectativas artísticas, y que llena esos ratitos de soledad en el taller, y cubre a la vez la parte divulgativa, la parte de difusión y de dar a conocer este oficio», asegura este luthier.
La luthería es un oficio muy peculiar y que tradicionalmente ha pasado de padres a hijos. Frasco Rivero tiene claro que «esta profesión es multidisciplinar». «Nada tiene que ver una madera con una cuerda, nada tiene que ver la cuerda con un clavijero de metal. En esta profesión pueden entrar artesanías de muchos tipos y en el instrumento eléctrico, además, vemos la electrónica, la amplificación, altavoces, previos, micrófonos…», asevera este artesano.
Hablamos de arte cuando hablamos de música, pero sin duda, los luthiers son los «culpables» de que los artistas puedan ofrecernos sus composiciones.