Las crónicas estaban escritas redactando un nuevo episodio de incapacidad europea del Real Betis, que no podía superar al débil Celje esloveno en el Benito Villamarín, hasta que apareció Juanmi. Un futbolista denostado y que parecía que no volvería a tener una gran noche en el coliseo verdiblanco pero que desató la locura en Heliópolis en el último suspiro como mejor sabe, marcando goles. ‘O’Rei Juanmiguel’ salva al Betis ante el Celje (2-1)
La primera parte verdiblanca se puede resumir en la sonora pitada que recibió el equipo después de que el colegiado enviará a los jugadores al túnel de vestuarios o en el cántico, de menor volumen pero igual de clarividente «Échale h…» que emitió un sector de la grada. Y eso que el equipo llegaba con bagaje, con un más que meritorio 7 de 9 en Liga ante rivales potentes como Atleti o Athletic Club. Pero el respetable tenía argumentos más que de sobra para estar descontento porque los de Pellegrini volvieron a ser ese equipo insulso, cuya motivación y empuje brilla por su ausencia en la Conference League.
Tres únicas ocasiones, meridianamente claras, no era bagaje suficiente ante un rival el esloveno que firmó al descanso una ‘temible’ estadística de 0 tiros a puerta y 0 tiros fuera. Un equipo de muy bajo nivel, que incluso no transmitió tener la virtud de defender bien. Pero ante este Betis, en su versión europea, con eso basta para mantener el empate y no sufrir demasiadas inquietudes. Un disparo flojo de Diao, cuyo mal rechace del guardameta del Celje arregló el mismo sacando un rápido pie antes de que llegara Bakambu. Otro tiro lejano del Chimy Ávila con intención, que botó delante de Stubljar pero que éste supo despejar, y trallazo de Fornals desde la frontal que se marchó tremendamente desviado. El resto, soporífero.
En el segundo acto, algo más de intensidad en el comienzo intentando encontrar rápido ese gol que desbloqueara mental y futbolísticamente al equipo, pero no había manera. Johnny Cardoso escenificó la impotencia de todos los béticos en una jugada en el minuto 56 en la que reclamó hasta en tres ocasiones a sus compañeros que se le acercaran, que se ofreciera para facilitarle una línea de pase. Nadie lo hizo y acabó perdiendo el esférico con un cabreo importante.
Pellegrini agitó el avispero dando entrada a Vitor Roque y Abde por Bakambu y el canterano Mateo Flores, que cumplió en su primera titularidad. Y lo cierto es que al Betis se le atisbó otro ánimo. Vitor Roque tuvo en sus botas el primero, pero el guardameta esloveno se lució con una gran parada. Después de eso, otro tramo de encuentro con vuelta a las andadas. El problema mental y futbolístico en Europa parecía más evidente que nunca, que el partido solo se podía desbloquear con un destello o un golpe de coraje, también. Ahí, en ese momento crítico, apareció Natan para partirse la cara literalmente por su equipo y derribar la resistencia del Celje. Un testarazo del central acabó en el fondo de la red desatando la locura en Heliópolis, pero en el recorrido del golpeo su cabeza impacto con la de David Zec noqueando al brasileño que, tras celebrar el tanto medio aturdido, tuvo que ser sustituido. Se marchó con la camiseta ensangrentada y la ovación de los más de 37.000 asistentes en la grada.
Lo que había sido durante muchos minutos una película de suspense parecía tocar a su fin. Pero no. El Real Betis es capaz de lo mejor y de lo peor, y esa segunda cualidad ganó protagonismo dejándose empatar en una demostración de debilidad de la zaga que aprovechó Juanjo Nieto para hacer el empate. Empezaron a temblar las piernas y la incapacidad aumento hasta tal punto que los visitantes dispusieron de dos ocasiones claras para poner el 1-2, una de ellas un mano a mano clarísimo que no acertaron a materializar.
Cuando todo parecía oscuro, resurgió Juanmi. Cual Ave Fénix de sus cenizas. Para poner el 2-1 en el último minuto definiendo magistralmente un contragolpe y dándole al Betis una victoria más que necesaria. Y, sobre todo, quitándole una losa al equipo que ya empezaba a pesar demasiado. Con 5 puntos de 9 posibles, la historia ya se ve de otra forma. ‘O Rei Juanmiguel’ volvió a levantar su corona en el Benito Villamarín.