La Copa del Rey se ha convertido en un caramelo envenenado para los equipos de Primera División. Más aún si la dinámica que atraviesan estos equipos es inestable, como es el caso del Real Betis. Después de perder sus últimos tres partidos, los verdiblancos se presentaban en el Narcís Salas para jugar ante el correoso UE Sant Andreu. Como era de esperar, el encuentro exigió al conjunto dirigido por Pellegrini, que aún no ha recuperado la mejor versión de los suyos desde antes del último parón de selecciones. Pasó de ronda, pero continúa sin carburar ni convencer (1-3).
Pellegrini experimentó con Ricardo Rodríguez como pivote
Antes del encuentro, el técnico chileno dio la sorpresa con la alineación inicial. Ricardo Rodríguez, uno de los futbolistas más señalados en lo que va de temporada por su rendimiento, asumió la responsabilidad de ocupar la posición de pivote. Con el objetivo de dar descanso de Altimira, que lo venía jugando todo, Pellegrini trató de buscar soluciones, pero el experimento salió claramente mal.
El suizo, que estuvo acompañado por Lo Celso y Losada como volantes, se vio sobrepasado por el centro del campo del Sant Andreu. Eso, unido a la inseguridad defensiva que últimamente transmite el equipo y la falta de creatividad arriba, dio lugar a otra primera mitad insulsa y mediocre por parte del conjunto de Heliópolis.
Tan solo la maquilló el Chimy Ávila con su gol de falta directa, aunque el empate del Sant Andreu volvió demostrar las carencias del conjunto verdiblanco. El tanto de los catalanes fue gracias a una jugada combinativa que el Betis le dejó completar en la frontal del área, muestra de esa debilidad defensiva que que están mostrando los de Pellegrini en los últimos partidos.
Pellegrini no quería más sustos
Con el inicio de la segunda mitad, Pellegrini tenía claro que no quería sufrir un desastre como el cosechado en Mlada Boleslav. Así, antes del minuto 60 el entrenador del Betis ya había hecho los cinco cambios, algo poco habitual en él. Las sustituciones sentaron bien al equipo, que durante determinados tramos del encuentro estuvo a merced del Sant Andreu. La irrupción de Mateo Flores y de Altimira en el encuentro fueron esenciales para que el Betis mostrara, al menos, un nivel con el que poder competirle al conjunto catalán.
Sin embargo, no fueron hasta los últimos 15 minutos cuando se decidió el encuentro gracias a un penalti sobre Vitor Roque. Antes de que se produjera esta jugada, el conjunto de Barcelona había pedido, con razón, un penalti por mano de Sabaly. El colegiado del encuentro, Busquets Ferrer, no lo pareció así. Sí pitó la infracción sobre el ariete brasileño, que erró el penalti, aunque para fortuna del conjunto verdiblanco, un defensor del Sant Andreu cometió el fallo de empujar a Bartra dentro del área, lo que permitió al defensor aprovechar el rechace para poner el 1-2.
Altimira y Mateo Flores pusieron algo de fútbol al final del encuentro
Cuando al Sant Andreu le quedaban pocas fuerzas fue cuando el Betis comenzó a jugar a lo que acostumbra. Protagonizó posesiones largas con gran protagonismo de Altimira y Mateo Flores y durmió el partido, firmando, probablemente, los mejores minutos de los últimos cuatro encuentros. Esa posesión acabó con el tanto de Abde, que solo tuvo que rematar dentro del área tras una fantástica jugada de Mateo, que salió claramente reforzado con su actuación.
El Betis pasó de ronda, pero a Pellegrini le queda mucho, muchísimo, por trabajar. Entre otras cosas, tendrá que recuperar a jugadores cuyo nivel denota que están en el ocaso de su carrera y que a día de hoy parecen irrecuperables. El técnico chileno tendrá que protagonizar un nuevo milagro con ellos. Mientras lo hace, el objetivo del conjunto verdiblanco de aquí a enero parece evidente: sobrevivir hasta que puedan llegar refuerzos del mercado invernal.
Foto vía Real Betis en X.
Pasó de ronda, pero continúa sin carburar ni convencer (1-3).