Este artista sevillano inmortaliza rincones de la capital hispalense formando un gran juego de la oca.
Los sevillanos y las sevillanas somos testigos de la evolución que nuestra ciudad ha ido experimentando a lo largo de los años. Y estas transformaciones no han pasado desapercibidas para Roberto Alberto, un pintor que dedica su día a día a plasmar la Sevilla que fue y la Sevilla que aún persiste.
Roberto Alberto, el pintor con alma de fotógrafo
En el año 2005, Roberto Alberto comenzó a pintar aquellos lugares que visitaba con su círculo de amigos y familiares. «Comenzar esta serie no fue algo premeditado, sino que empiezas a pintar cosas que tienes cerca de tu casa, paisajes de tu ciudad y vas viendo qué sitios y locales y enclaves que tenías como muy cercanos van desapareciendo, van abriendo otros, que la ciudad evoluciona, el paisaje urbano va cambiando. Entonces, pues eso te despierta un interés en ser testigo de ello, o dejarlo plasmado de alguna forma en tu trabajo«, así describe este artista sevillano los inicios de esta extendida producción artística.
Aunque esta serie empezó hace 19 años, se ha ido actualizando y este año «para darle otro nuevo enfoque», Roberto decidió hacer un juego de la oca sevillano con 63 cuadros, como las 63 casillas del juego, donde ha sustituido las casillas que son particulares de la oca, como la cárcel, la posada, el laberinto, los dados y demás, por escenas de la ciudad. Él mismo revela que «los dados, por ejemplo, son cerveza, la cárcel es la reja del diablo que está en el barrio Santa Cruz, la posada es una caseta de la Feria«.
Además, este pintor está ejecutado estas obras en un formato reducido de 12,5 cm x 25 cm. Roberto afirma que «tienen una apariencia de tabletas de chocolate. También esa cosa subliminal funciona a veces, parece que no, pero sí«. Otro de los objetivos que persigue el artista con este tamaño es adaptarse al bolsillo de aquellos que vean sus cuadros.
En definitiva, este «escritor o fotógrafo frustrado«, como él se define, no se conforma con retratar aquello que ve, sino que utiliza su oficio para recordar y hacernos recordar aquella Sevilla que fue.
