Cien mil vehículos circulan por la Ronda Urbana Norte a diario, según los datos registrados. Los vecinos aseguran que el ruido es constante. No obstante, la alta tasa de siniestralidad es lo que más les preocupa: «Siempre ha sido el punto negro de Sevilla», expresa una joven.
«Cuatro personas murieron en accidentes de tráfico en esta avenida»
Celeste y Nacho son pareja. Ella vive en Entreparques y él en la zona de Parqueflores, por lo que desde que empezaron la relación uno u otro tenía que cruzar la ronda para verse. Presenciaron varios accidentes, pero en uno de ellos lo tuvieron claro: la situación no podía seguir así. En un hilo de «X» publicaron sus quejas, sin saber que aquel desahogo acabaría convirtiéndose en lo que hoy es la Asociación Iniciativa Ciudadana Ronda Urbana Norte.
La entidad fue creada con la principal misión de concienciar a la sociedad sobre la importancia de reducir la velocidad en la Ronda Urbana de Sevilla. Claro que esta avenida es popularmente conocida en la ciudad como «SE-30», llevando a confusiones al considerarla parte de la autopista. Celeste y Nacho recalcan que todo lo contrario; el propio Ministerio de Transportes comunicaba a la asociación que esta vía depende totalmente desde el inicio del Ayuntamiento, es decir, se trata de un tramo urbano.
Entre finales de 2022 y principios de 2023, cuatro personas murieron en accidentes de tráfico en esta avenida. «Yo de esos cuatro fallecimientos estuve presente en tres», nos cuenta Nacho. Celeste, por su parte, se muestra intranquila: «Un día puedo ser yo, mi padre, mi madre, mi pareja…».
Piden soluciones urgentes. La última propuesta ha sido rechazada. El soterramiento no se llevará a cabo porque toparía con la nueva línea del metro en un punto de la vía. La asociación ha mostrado su descontento con esta decisión recién comunicada de anular el proyecto del soterramiento de dicha carretera. Su lucha continúa. Ahora estudian alternativas como el cambio de aspecto de la vía. Consideran que más arbolado, reducir la anchura de los carriles o crear una línea de autobús podría obligar a reducir la velocidad a los vehículos. Se trata de una zona en la que se debería circular como máximo a una velocidad de 50 km/h, pero en la que la mayoría no pisa el freno.