El alcalde de Sevilla, el ‘popular’ José Luis Sanz, ha reconocido este jueves «no tener sobre la mesa ningún proyecto sobre Tablada», al tiempo que ha supeditado el destino de la dehesa a un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y ha expresado con rotundidad que destinar algunas parcelas a unidades residenciales y a otros equipamientos, «en estos momentos es imposible».
Así lo ha asegurado en respuesta a una pregunta formulada desde las filas del grupo municipal de Vox acerca de los usos y destinos de los suelos de la dehesa. «En este momento, lo que a mí me gustaría que fuera Tablada no se puede hacer. Será lo que los sevillanos quieran que sea. Se trata de un suelo estratégico por su ubicación y extensión», ha afirmado el regidor.
«Estamos hablando de una superficie que sería similar a la del Casco antiguo, a la de Triana y Los Remedios. Y podemos decidir entre todos que Tablada siga siendo casi 700 hectáreas de terreno baldío, un gran parque periurbano o un gran pulmón verde que contemple también equipamientos, no solo residenciales, también culturales y deportivos», ha aseverado Sanz.
El alcalde de Sevilla ha insistido en la idea de que el futuro uso de la dehesa «se decidirá entre todos los sevillanos». «Durante toda la campaña electoral he afirmado que a esta ciudad le hace falta un nuevo PGOU porque el actual (2006) está agotado y no ha sido capaz de resolver algunos temas que se han quedado enquistados».
En opinión de Sanz, cuando se inicie la elaboración de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana, en ese debate se verá qué hacemos con la dehesa de Tablada. Participarán todos los sevillanos», ha sentenciado.
Por su parte, la portavoz de Vox, Cristina Peláez, ha mostrado su «perplejidad» después de que «haya anunciado en campaña –en alusión directa a Sanz– el uso que deberían tener esos terrenos y que ahora, gobernando la ciudad, diga que no tiene sobre la mesa ningún proyecto ni pensamiento de tenerlo: sencillamente es preocupante».
Peláez ha criticado al alcalde por «generar confusión» puesto que, el pasado mes de julio, «declaró su deseo de compatibilizar la dehesa de Tablada como un gran pulmón verde de la ciudad con un uso residencial en unas 200 hectáreas, para hacer viviendas y equipamientos públicos».