El gobierno municipal ha sacado adelante este jueves en un pleno extraordinario y urgente sus primeras ordenanzas fiscales, con el apoyo del grupo socialistas en el Ayuntamiento de Sevilla. El delegado de Hacienda, Juan Bueno, ha agradecido tanto al PSOE como a Podemos-IU haber debatido y llegado a «acuerdos».
A Vox le ha afeado no haber hecho «ni una sola aportación al debate». Bueno ha defendido que gracias al «diálogo y acuerdo» con los grupos de la izquierda ha sido «posible «rebajar la presión fiscal». Las ordenanzas fiscales fueron acordadas en la Comisión Municipal de Hacienda celebrada el pasado martes y, según el Gobierno local del PP, suponen una «bajada generalizada» del 1% en los impuestos y una «congelación real de las tasas» aunque incluye una nueva de 116 euros para las bodas en el Ayuntamiento.
El portavoz del PSOE en el Consistorio, Antonio Muñoz, ha valorado la «negociación» entre los dos principales grupos del plenario municipal, acuerdos a los que, a su juicio, deberían llegar igualmente ambas formaciones en el ámbito autonómico y nacional. La portavoz de Vox ha sido la más dura en sus críticas: «traidor a los sevillanos» ha sido alguna de las acusaciones hechas por Cristina Peláez.
Según la formación, se trata de un pacto con el que el PP «se alía con el peor PSOE de la historia», aludiendo directamente a la amnistía pactada por el presidente en funciones Pedro Sánchez para revalidar el Gobierno de coalición con Sumar. Por parte de Con Podemos-IU, su portavoz, Ismael Sánchez, ha lamentado que las nuevas ordenanzas fiscales «van contra los intereses de la mayoría social». Sanchez ha asegurado que no es cierto que cuatro millones de euros vayan a todos los sevillanos, si no que irán al bolsillo de los más ricos.