Los sindicatos CCOO y UGT de Sevilla y la Federación de Empresarios del Metal (Fedeme) han acordado una revisión salarial para el sector del metal en la provincia que contempla una subida del seis por ciento, que, en la práctica, beneficiará a unos 70.000 trabajadores sevillanos.
Representantes de las tres partes han participado este viernes en la firma de las tablas salariales definitivas para el 2022, que recogen un 4,1% de incremento, y en las provisionales para 2023, con una subida del 1,8%, del convenio siderometalúrgico sevillano, que equivale a una subida total del 5,9%, según informan en sendos comunicados.
El secretario general del sindicato provincial de Industria de CCOO de Sevilla, Javier Rodríguez, ha destacado el trabajo realizado en la mesa de negociación y ha recordado que el objetivo de CCOO «siempre ha sido evitar la pérdida de poder adquisitivo entre los trabajadores».
«De esta forma, y tras una ardua negociación con una patronal que pretendía flexibilizar la actualización de las tablas y los atrasos, la plantilla del sector cobrará unos atrasos medios de entre 800 y 900 euros, mientras que el incremento salarial medio que verán reflejado en sus nóminas será de entre 85 y 90 euros mensuales en función de la categoría».
En esa línea se ha manifestado UGT FICA que ha destacado que con este acuerdo, a los trabajadores «se les aplica el convenio colectivo del metal de Sevilla, de modo que recuperan el poder adquisitivo perdido en el año 2022».
«Además, se han rubicado las tablas correspondientes al año 2023, como ya se pactó y firmó en el convenio colectivo, manteniendo la cláusula IPC para asegurar el poder adquisitivo de los trabajadores en el año 2023», ha asegurado el secretario general de UGT FICA Sevilla, Manuel Ponce. El convenio del metal afecta en Sevilla y su provincia a 72.547 trabajadores repartidos en 7.288 empresas, detalla UGT.
Por su parte, Fedeme señala que, «en un ejercicio de responsabilidad», ha dado cumplimiento a los pactos suscritos en materia de actualización salarial para los años 2022 y 2023, «pese a que el escenario económico en el que se basó la negociación del último convenio para el sector nada tiene que ver con el marco inflacionista actual».
«Conscientes de las dificultades que representa para las empresas del sector el cumplimiento de lo pactado, desde Fedeme se viene ofreciendo desde hace meses un asesoramiento individualizado, estudiando cada caso en particular, con el objetivo de ayudar a las empresas a aplicar la fórmula más conveniente que les permita afrontar estos incrementos».
Subraya Fedeme que el vigente convenio, que expira a finales de este año, se firmó con anterioridad a la guerra de Ucrania, «por lo que no se pudieron prever los efectos negativos que este conflicto bélico ocasionaría sobre la economía –crisis energética, encarecimiento de combustibles e incrementos en los costes de producción–«.
«Con todo ello, ante la imposibilidad legal de renegociar lo pactado y agotada la negociación mantenida con los sindicatos en los últimos meses, Fedeme ha logrado, al menos, el aplazamiento para el abono de los ‘atrasos’ de 2022», concluya la nota de prensa de la patronal.