Hablamos con el zapatero Pepe Ortega que lleva ejerciendo medio siglo esta profesión.
Hay determinados oficios que perduran en el tiempo y uno de ellos, sin duda, es el de zapatero. En el día de hoy hemos estado con Pepe Ortega que sigue a sus 71 años arreglando los zapatos de todos aquellos que pasan por su establecimiento de la calle Ciriaco Esteban.
Un oficio de toda la vida en nueve metros cuadrados
Pepe asegura que lleva siendo zapatero 50 años y lleva «en este mismo establecimiento 30 de ellos«. Muchos se preguntarán sobre qué tipo de cliente llega habitualmente a la tienda. «Pues normalmente el cliente que me llega aquí a la tienda es gente normal, gente que son de aquí del barrio, gente que muchos pueblos también», asegura Pepe que afirma rotundamente que este oficio muestra «un trato más humano, es un poquito más sabor antiguo a lo que ha habido siempre«.
«Creo que la gente prefiere tener la comodidad del zapato que ha tenido toda la vida«, afirma rotundamente Pepe. En la sociedad actual en la que impera el comprar y tirar, sin duda, este tipo de afirmaciones chocan con la realidad que vemos en la mayoría de negocios y comercios de la ciudad.
Además, este experimentado zapatero y su local tienen una peculiaridad tan llamativa que aquellos que pasean por allí quedan alucinados, pues «la tienda tiene 9 metros con 10, es decir menos de 10 metros cuadrados» donde incluso este artesano tiene un baño tan pequeño como práctico en su día a día.
Quizás, los oficios cambien al mismo ritmo que la sociedad, pero el trato humano y la vocación perduran en el tiempo.
