El reconocido científico y Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal ha dejado un legado que se extiende por generaciones en la Universidad de Sevilla (US). En este sentido, la institución acaba de inaugurar una exposición que, bajo el título ‘Huellas de Cajal en la Universidad de Sevilla’, conmemora el ‘Año de Investigación Santiago Ramón y Cajal’, establecido hasta mayo de este año por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Una exposición exhibe los dibujos de Ramón y Cajal y su legado en la Universidad de Sevilla
La exposición tiene como principal objetivo «impulsar la investigación neurocientífica y estimular a los jóvenes para que desarrollen su labor profesional con perseverancia y profundidad», informa en una nota de prensa. La muestra se puede visitar en el Centro de Recursos, Aprendizaje e Investigación (CRAI) Antonio de Ulloa hasta el 31 de enero y exhibe una selección de reproducciones de 15 láminas «de gran belleza» realizadas a plumilla por Cajal sobre los cortes histológicos que estudiaba a través del microscopio y evidencian sus grandes dotes como dibujante y como artista.
La muestra también cuenta con la reedición de una serie de conferencias que fueron impartidas por eminentes profesores y discípulos de la Escuela de Cajal en la Facultad de Medicina en el año 2006, con motivo de la celebración del centenario de la concesión del Premio Nobel, tales como José Vázquez Tapioles, Francisco Prada Helena, Hugo Galera Davidson, Diego Mir Jordano o José López Barneo, quienes constituyen parte del legado personal de este gran científico y divulgador.
Ana María Moreno, profesora de Histología Humana del Departamento de Citología e Histología Normal y Patológica de la US e impulsora de la exposición, ha expresado cómo tras estudiar la vida y la obra de Cajal, le sorprendió «la forma de perseverar en sus objetivos, su capacidad de trabajo, intuición e inteligencia que desarrolló en unos tiempos nada propicios para la investigación, y con muy pocos medios».
«Fue capaz de establecer a partir de sus observaciones algunas teorías totalmente rompedoras para la época que se han ido demostrando con los posteriores avances de la ciencia, ha asegurado la directora del CRAI. «Donde unos solo veían en el tejido nervioso fibras formando una compleja red, él se aventuró a indicar que existían células diferenciadas, las neuronas, que se comunican por contacto y no por continuidad, en las que adivinó el sentido de la transmisión del impulso nervioso», ha explicado.